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03 diciembre 2005

Azulado

El secreto es prometido a la mar. He contado tus sentidos enredados en los míos cuando temblaba el miedo con el viento y no por su razón animal. Soy el caracol en espera de la playa, una huella pálida que la espuma arranca y en azul se mancha.

Preciso silencio

23 noviembre 2005

La eternidad de un sueño

Ven a mí
cuantas veces
te sea sentenciado.

Ven a vivir
que morir
no es más
necesario.

04 noviembre 2005

Sin sentencias

En la tregua atroz
de los jardines
es donde puebla
la sangre del soldado.

12 octubre 2005

Muerte

Muerte de alas gigantes,
rapiña consumada.
Qué vuele la muerte
y cargué con las madrugadas,
qué se lleve todo
y que se vuelva humana.

11 octubre 2005

Humo

En el estupor un grito
incandescente
que me apaga.

Sobre los días

Amanece el mar sobre los días.
Una partitura gris
se deshoja en la condena.

Las manos temen, solas,
arrebatarse
el mundo de las horas.

Sombra blanca

Sobre el lecho intacto
una sombra blanca
despulpa mis sentidos.

Hay

Hay derivas continentales
lava sobre este pecho
donde quiera una tormenta
el papel arroz ardiendo.

Así, noches voluptuosas
que extravían
sus estrellas,
para volverlas mito.

07 octubre 2005

Para sangrar la sed

Hay noches donde el tiempo mantiene sujeta la cabeza al cuerpo del ayer. El último sorbo al humo de un cigarro sabe a la melancolía densa, insalvable, con que se va hilvanando un sueño, más lejano que el poder. Breve y acre, ha sido su boca clara. Sueltas y torpes, mis madrugadas, donde me muevo entre el silencio y el musitante ritmo de las demoras.

A la media vuelta, con el paso obligado, ella vaciará los sueños en los días otros, en aquellas trampas de desgarrar la calma y sangrar la sed. Volcando las palabras tersas se irá perdiendo con la noche falsa. Detrás de ella, con las manos quietas me quedaré al alba, con la esperanza hundida en su flor de piel.

05 octubre 2005

Así

Llegarás hasta aquí
como cuando el rayo equivoca
el otoño en sus días.
Y te irás
con mi sombra,
perdida.

25 septiembre 2005

Presagio

Arrastrarás hasta mis ojos
la verde lejanía
con tu rumor
mi tacto
y las piras
entre la luz
de mediodía.

11 septiembre 2005

Prestidigitador

Puede que venga
con mis huesos
cansado
embrutecido
y atine usted
a no decirlo
tome su moneda
la más vieja
con ella
la treta de las manos
donde se esconde
el hambre
y el placer
es cuestión
de engaño.

Poemas

I

Debido al tiempo
de los pasos
esta prisa sin agujas
parte al aire.


II

Entre el callejón
la luna diminuta
me silencia.

27 agosto 2005

Por encontrarte

Resuelto el tiempo
te adivino.

Para todo hay horas
postergadas.

16 agosto 2005

Tránsito para otra muerte

Vengo de tu cuerpo
hacia el abismo.

La muerte
repite el suplicio.

Mientras caigo
pesa el aire
caen las sienes
estrellas fugaces
desgarradas

se detienen.

05 agosto 2005

Inmenso

Puedo sentir cómo me tiemblas.

04 agosto 2005

Sola el alma

Estuve esperando con el hastío tocante, encimando días inclementes en la sucesiva idea, con los dedos arrugados y la exprimida carta postergada de frases cortas con eternidad prescrita, garabatos imitando algún sonido. Soy la sensación de caminar sin voltear el rostro por las calles nulas de pisadas ocres que conducen a donde sola el alma ha podido hablar consigo.

02 agosto 2005

Nada intacto

Se han tocado
nuestros sueños
por todos lados.

28 julio 2005

Al final

Tendrás
morada
canción
y vida
para tirar
encima
los motivos
que otro
adicto
al tiempo
postergó.

22 julio 2005

Deseo y fumo

Tengo paraísos
hallados con los dedos.
Fumo el beso,
deseo el rocío,
aunque los días
pasen por la calle
y nunca
sepamos dónde vayan.

20 julio 2005

Pálida

La luna se mira
en tus ojos
las tormentas.

Preámbulo

Bajo la luna sepia
aparcaron los abriles
el dolor a gotas
concedido
por la brisa enfurecida
la ráfaga indecisa
el desatino.
No alcanzamos
a decirnos nada.

14 julio 2005

Marítima

Cuando partas
vuelve al mar.
Se irán las sirenas
ve detrás.

12 julio 2005

Visual al tacto

Soy la ilusión óptica que si quieres tocas.

05 julio 2005

Hay parques con tormentas amarillas

“En este mundo sólo existes tú
y tú no eres más que un sueño”.
Mark Twain

Entre los árboles rugosos y sus hojas nuevas se columpian tormentas amarillas. El parque amontona atardeceres a los lados. Por sus caminos se acantonan las pisadas de los niños. Y se esparcen --más rumorosas que las fuentes-- sus risas, los llantos, el capricho. Detenido un pensamiento alcanzo a distinguir el gemido de los fierros, descascarados por el manoseo cotidiano y el peso del rey sin esqueleto.

Leo. Como si todo, leo. Y a ratos miro. Intento poner su rostro ni donde yo mismo lo encuentre. Esbozo el viaje del agua que la lleve. Pruebo mirar al otro lado del vuelo y del nido. Pero sigue ahí como cumpliendo el horario del destino. Y borra, en silencio, todas esas letras que no he escrito.

Mutismo

Es fácil callar cuando se ama. Por eso hoy ni digo nada.

Iré a donde vayas

Vengo de esperar
que cayeran la manzana,
los muros,
en el pozo la mañana.

Voy a saludar
a los cuerpos
impresos en el alma.

Fui, como todo fui,
despedazándome
las ansias.

Mi musa no está

Tiemblo.
Mi mano no sostiene la mirada.
La otra, apunta.
Al escribir
se van manchando las ganas
con la tinta
con la pólvora regada
que disipa el estruendo
y sus palabras.

Con los pies palpita el agua

Exagerado por tu nombre
el eco azogó su entraña
y se hizo espejo.

Me miro:
están los pies en el agua,
todas las manos en el pecho.
Y tras mi sombra
nada.

04 julio 2005

Boquita

.

Por esta boquita pasó el viento
también el olvido.

03 julio 2005

Fondo de escritorio

Invitación formal

Guarda tu saliva para mañana. Sin dejar las manos rotas, pon los dedos a dudar. Tira la mirada por todas partes o solo para atrás. Encarrera el paso entre las rocas para volar. Juega a pronunciar las horas, los imprevistos, el pasado circular. Anda, ve con tu burbuja de cristal, con tu cabello y ponte a jugar a la soledad.

01 julio 2005

Recuerdos inmediatos

Hicimos lo de ayer. Sopesar la desnudez de los silencios. Alcanzar la taza con calma y por placer. Encender el viento para la boca incauta con su danza ancha. Y perdido el aire, colgó el aroma suyo, por las paredes blancas, sin atardecer.

Saqueo de sueños

.

30 junio 2005

A ver asómate, también es agua salada

Para mi amigo Pepe Dávila:
Los tramos que hemos
de vivir con el sol jugando,
serán en el cielo, acuérdate.
.
Apenas brotó la noche comprendí lo recorrido, lloré quedito como queriendo no pensar en nada. Fue tan extraño que no me importó llorar por las cosas que contemplaba en el olvido. Salimos de las montañas cercanas a los mares del puerto de Veracruz, México. Al partir nos acordamos cuando obtuve mi pase por trabajo recepcional para licenciarme en ciencias de la comunicación, y cómo lo perdería por el viaje.
.
Mi contlapache y amigo Pepe como otras veces, me acompañaba en la aventura. Ahí tirados con charolas de frutas frescas, las olas reventando en las escolleras, el humo como salido de una lámpara maravillosa se esparcía dejando al genio. Y nosotros vigilando y cuidándonos además de la guardia costera, de las olas rotas en las rocas y convertidas en gotas de sal capaces de apagar un cigarro al contacto.
.
Algunos años adelante, doce días después a cuando salimos, estábamos en un escenario similar, ahora en los mares del océano pacifico mexicano y literalmentefrente a las inmensas colas de ballenas jorobadas, cuidando y amamantando a sus ballenatos. Miramos por un rato y a ratos su presencia, hablamos de que nunca habríamos hecho algún esfuerzo por conocer las ballenas, lo mirado a través del cine era suficiente. Lo considerábamos un regalo junto con el mar comiéndose al sol y gacelas nubes huyendo como si nada.
.
Nos encontrábamos, al menos al mar en tramos por San Blas, en el estado de Nayarit, justo en una playa de esas lindas del pacífico, igual que sus mujeres, grandes todas ellas. Nuestras referencias eran lejanas a lo auténtico de estas maravillosas tierras, muy lejanas a lo aprendido en el juego del “turista nacional” usado tantas veces como pasatiempo en los años de infancia.
.
En ambos lados, el mar invitaba a desbarrancar la mirada con los ojos extraviados, tratando de ubicar el lugar dónde las olas toman fuerza y se impulsan con feroz espuma, empujadas por las caricias del viento, ira de agua que revienta ya sin fuerza en nuestros pies.
.
Con los ojos dejando escapar imágenes ese era un mundo, otro mundo en este planeta. Ese lugar donde todas las cosas existen, donde los espacios no pertenecen sino a la conciencia, donde no existe la pertenencia sin sentido, donde el equinoccio y de telón un cielo el mar es una línea de olas brotando de la nariz de la luna y umbilicalmente el sol alimenta, apenas cayendo la noche, en una tarde en el pacífico mexicano.
.
Recorriendo kilómetros como sueños, gozábamos de la extrema juventud, de la solidaridad por encontrar el ansioso espacio de intimidad que la libertad del hombre ofrece en la conciencia, agradecidos por la vida, por sus tramos muchas veces inquietantes, tantas otras sin cruzar umbrales, detenidos, cuidando, ansiando, persiguiendo en velocidad de rayo la luz diaria en este pequeño espectro de un mundo pintado en el cielo, siempre siendo testigos.
.
Bolsas de agua llevadas por el viento como diminutas esporas, nos parecen los humanos, mientras tirados en lo alto de una roca salida del mar, contemplamos el esplendor de un halo, sentimos robado algo y esperamos recuperarlo desde el fondo del mar, porque cayó del cielo para hundirse. Por eso esperamos la noche mirando incendiarse el mar con rayos de sol que cruzan grietas de suelo, el otro lado de ese charco.
.
Una y otra vez el agua golpea este arrecife -sin saber cuál es la última y primera que llega- todo es danza marina de algas, se contraen e inhalan sal de agua. Interior de colores trepando roca, dormida noche en el fondo espera, mientras el mar comiéndose al sol rompe olas de blancas gaviotas, unas encimándose en otras.
.
.
Alejandro Hernández López. Escritor y promotor cultural nacido en Xalapa, Veracruz, México, tuvo la mala suerte del viernes santo haber sido meado por un perro. Le han dicho “hasta de lo que se va a morir”, ocupa un lugar importante en las estadísticas de desempleo nacional, tiene título universitario, no malgasta los atardeceres y las preocupaciones. Hirientemente le gritaron “hasta lo que nunca iba a vivir”. Entonces apuntó que no es después de la muerte, sino la duración de la vida y su provecho, lo que debemos averiguar… barrenador@yahoo.com

29 junio 2005

Oponente impasible

Me doblo.
Me disloco.
Me atraganto.

Y la mano
tiembla
el as
en su figura.

28 junio 2005

Castigos divinos y juegos de burros

Me pregunto que pasaría ahora si en un colegio un alumno fuera amarrado por la maestra en el mesabanco, para que se estuviera quieto durante las clases. O si el reducido montón de varones del salón, por órdenes de la misma, nalgueara frente a tod@s al susodicho. O alguno que otro alumno descarriado de grados inferiores, purgara la sentencia de la silla invisible. En 1984, quinto grado, Colegio (de monjas) Fray Pedro de Gante. Madre Graciela (Dios la guarde y le dé vueltas en su hamaca gloria). No me dejará mentir Memo Nájera.

Eso sí, prohibido a la hora del receso, por aquello de no dislocar las espaldas, poner a prueba las habilidades de impulso, voladoras y férreas y dejar caer el cuerpo acelerado con el poder de la gravedad sobre la fila, --horizontal columna humana-- donde agazapados niños (entre más, mejor) conformaban el lomo de la burra, que soportaría a los tamales, en algo que no se sabría si es el pataleo fulminante de las ancas o el apareo primaveral con todo y carga, pero siempre termina por torcérsele algo y todos se desparraman. La denominda Burra Tamalera, que enfrenta a dos equipos y tiene estrategias desde las habilidades y complexiones físicas de los integrantes, persigue la resistencia --virtud de tan sacrificado equino-- de la común unión. Vamos, esas cosas divertidas donde el dolor, si llegaba a sentirse, sería la hazaña del día y no el castigo divino por un acto que Dios ni vio. ¡Sí éramos burros, pero no para su jalón de orejas!

Sincronía

Lloras.
Yo minutos.

24 junio 2005

!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡¡!¡!¡!¡!¡

antes
bebí
cimbrado
de
eterno
fuego
gasté
honores
i
jugué
kármicamente
la
moneda
no
ocultas
poseí
quimeras
ratas
sucias
terminaron
uniéndose
vivo
y
zozobro.

22 junio 2005

Minutero sin reloj para unas manos

Puede ser que te quedes guarecida
en los minutos más profundos
donde alcanzan a tocarse los instantes
y perder la sombra
y quedarte sin reflejo.

O puede que nada sea,
solo tu voz
emergiendo a mi silencio.
Y en las manos
las manos
se sujetan.

Dos veces tres y el sigilo

Me enseñaron a contar el tiempo
con la boca y con los dedos.
Y me dieron una camisa
con remiendos.

Escapé de madrugada,
había ladridos.
En el asombro

la boca
jamás halló el grito.

Dos veces tres no se han ido
porque había silencio,
porque no supieron
arrastrarse
y dejar la forma humana
en el encierro.

Ya no tengo nada
más qué hacer.
Hoy vigilo.

Agua para no beber

Si las nubes, si los días,
si tus alas merodearan la distancia
enclavada lejanía,
sabrías pronunciar el nombre
de las cascadas celestiales
entre el diluvio diminuto
que te ahoga,
delirante.

19 junio 2005

Agonía del día

Muero por ti.
Y sangro en tu herida.
No es nuevo el dolor.
No infinita la vida.

16 junio 2005

Un instante azul

15 junio 2005

Besti(a)ndario: zoomorfos para una noche cualquiera

Callejero, hambriento y siniestro
La desnudez
me halló tibio
con el tumulto alrededor.
Ladré a los pies
en sus oídos.
Y mordí el suculento
hueso del tobillo.
En esta cabeza de perro
es saber qué hacer
cuando hay bullicio
y la piel se pega más
a las costillas.

Conejo enc...onejado
La camisa, colgada de la luna,
como cualquier bandera
hace del viento su marea.
Pulcra, la ensucia
solo el conejo,
que corrió, sin la tortuga,
hacia la gran bola
y no encontró
la zanahoria,
ni tampoco queso.

En el charco orinado
Soy un sapo apenas verde
con un desencanto
malparido.

Jardines para un sueño inhóspito
Bebió la araña de la ubre
de la vaca.
Hay tarántulas
blancas
regadas en los campos.

14 junio 2005

Ella, Matilda líquida, se evapora

Cuando la verdad no le es útil le basta solo un momento para el hastío. Nada de que las cosas se juntan y se riega la pólvora. Esa pira no la quema, la evapora. Tan líquída como sus ojos, podría suponérsele llorando a placer u olvido, sin la manera precisa de distinguirlo, pero con la certeza de que su mirada no es un capricho. Matilda, sin embargo, sostiene que no llora y esconde a parpadeos el cielo. Con los labios juega al suplicio de la palabra que no dice. No hace falta, está harta desde hace rato que se inventó el vacío para sus manos ciertas y un dolor para su corazón henchido.

13 junio 2005

Amanita Muscaria

Lo hallé en el patio de mi casa
(que no es particular)
Naranja parecía su cara.
Roja, su eternidad.
Sus blancos, nubes de insectos.
Su alma, una deidad.

Amanita enséñame tu reino
¿en Muscaria lo podré encontrar?

11 junio 2005

Recuerdo circular

En-tren-ando

Traigo el sábado atorado
de derecha a izquierda
como el punzón tímido
de dolores anchos.

Poseo unos pies prestados
de color espanto
y zapatos negros.

Dejo la sonrisa terca
al cerrar la puerta.
Y me equilibro
ante el tren,
en rieles.

10 junio 2005

Geometría sin soñar

Traza en mis brazos
el impulso una línea recta
y en tu espalda, la oblicuidad,
un horizonte entrañable,
un amanecer sin soñar.

Vigía remoto

Quién sería el domador de los sonidos de los animales feroces. Quién era el que sabía de la lluvia gris ante el anochecer y esa luz amontonada en su perfil, tras el rayo y el trueno en los que hubo de creer bebiendo su desnudez, con la ceniza entre las manos y el lodo en los pies. Pactado en la oscuridad que se cernía, también habría estrellas para poseer.

09 junio 2005

Insomne soñador de laberintos

Hoy no me adivino.

Pregunta sin nombre

No hay variedad.
No modo.
Lo distinto está la cabeza
cuando trata de escaparse.
El cuerpo es una herida
barruntada.
Si todo fue un error
por qué sangra el corazón

y no mi carne.

07 junio 2005

Más que adiós es un todavía.

Para Alejandro Ávila y
Ricardo Ladrón de Guevara,
amigos de aquellos días
que en el corazón
siempre vuelven.

No entendemos
que la hora de partida
llega silenciosa,
con sus mejores atavíos,
posada en alas de ángeles
marchitas de cansancio.

Y uno respira igual que otros días
sin notar el aroma putrefacto
del minuto que termina.

Si no hubo tiempo de decir adiós
es que estamos
apostados en el todavía,
a pesar de la puta muerte
que nos deja los ojos quietos
y el no saber qué hacer
con nosotros mismos.

05 junio 2005

Promesa para un sueño

La luz es cuadrada en esta habitación
de párpados cansados y vigilia.
Es pálida tras la cortina.
Las aves apenas es domingo se platican algo,
como contándose las vidas.

Sé que duermes
allá donde todo se llama lejanía,
ahí donde el reflejo se toca con los labios,
aquí donde no estás pero te embebes.
Sé que sueñas
cuando pronuncias los latidos,
los ajenos
los perdidos
esos que la mano ya no alcanza.

Cuando despiertes
estará esta voz
aparcada y tibia
en la pulsión
que no se pierde
y jamás se olvida.

02 junio 2005

Quién

Pese a todo
frente a nada
escribo.
Y arde mi boca
ofuscando los sentidos.
Al lado nadie.
Lluvia afuera.
Y tú
a quién le sabes.

31 mayo 2005

Dame el golpe

De fumadores

"Oh, no tés chingando...
ya lo estoy dejando…
son los últimos..."

Dicen que...

30 mayo 2005

Fugaz

La encontró al doblar la esquina, como estorbándole el camino, con su cabello negro, lacio creciendo en desenredo. Mariana era la gota sucesiva, el labio suelto, la tirada impensable de las cartas. No quiso escuchar su ruego. La calló con el silencio. La sujetó con el filo de su lengua y le dijo adiós tras el beso que mordiendo confundió con la tristeza.

Entre piedras

Lo volví a decir pausadamente, no me entretuvo la tormenta. Vendría un tiempo para todo, hasta para quedar dormido. Quise guarecerme en el intento, no había caminos. Soñé que detrás de las piedras ni una sombra de río, ni una madre selva. Sólo mis dedos, como si fueran tuyos, colgaban en las manos, sobre tu suplicio.

29 mayo 2005

El viejo palindroma

Amo la paloma,
en el suelo
por donde camina.

Sus alas quietas
son el silencio
de mi huida.

28 mayo 2005

Bagaje sin viaje

La musa impuntual
--con sus manos al aire--
Una puta de mar
--que se baña en canela--
Y una carreta
de ruedas forzadas
que se encarga del cuerpo,
expuesto a la noche,
disoluto.
No hay quien lo nombre.

22 mayo 2005

Después del incendio

Las cenizas del roble
quedaron intactas
del viento que roza
de la lluvia que inmola
en tu faz
a la intensa sonata del agua.

Fuiste ave
que pobló sus ramas
creciste vacía
con alas plateadas.

¿Hacia dónde te diriges ahora,
de dónde fue que viniste?

Esparcido en el suelo
te observo a lo lejos
no escucho tu canto
tu voz es silencio
que recae insaciable
como promesa del viento.

Se ha cerrado el ciclo

Son forzosas las pasiones retenidas
los destellos,
las huidas,
en instantes que comprendo

como aves en delirio.

21 mayo 2005

Musical-mente

Desde la “maldad” de los 7 Duendes me llegó la invitación --bueno en realidad fui por ella, inocentemente y resulté premiado-- para contestar unas cuantas preguntas musicales, extrañamente denominado “Musical Baton”. O sea quiensabequemadresquiere decir.

Volumen total de música en tu computadora:
Cuando no hay seres humanos alrededor soy estridente y le subo a todo.
La CANTIDAD: 3 mil 120 archivos en 93 carpetas, vamos algo así como 10 gigas.

El último cd que compré: Uno virgen. ¿Conocen la piratería?

Canción reproduciéndose en este momento: “Quiero que seas tú” Enrique Bunbury. Que se anda queriendo reproducir con Javiera Parra, "Respiro", pero creo que Los imposibles no lo dejan.

Las canciones que más escucho y que significan mucho para mí:
--agrego—
últimamente:

A carayo drive –
Mon amour aluche
Broken –Paloma
Broken –
Aunque tú no lo sepas
Artist –
Track 05
Deborah Marlowe –
Wish you love
Hughes Red Shoes –
In C menor
Ken Oak -
End credits
Fooba –
Faith
Tacuba – Muerte chiquita
Sweet Conection –
True
Luis Eduardo Aute –
Sin tu latido

(Propongo ir agregando una pregunta por participante, digo, para que se diversifique. O termine por ser incontestable je je. Sería:)

Alguna canción antes de morir: Macondo – Óscar Chávez…. Para ver dónde “las mariposas amarillas vuelan liberadas…”

Cinco personas a las que paso el "baton": Las 5, 7, ó 13 primeras que quieran nada más apunten su nombre en los comments, si quieren, digo.

20 mayo 2005

Como si la duda no existiera

¿Fueron las llamaradas de tu cuerpo extasiado o el intento de volvernos dioses en el polvo que quedaba?

Mala hora

Colgué en el alma
los instantes
que se hallaban extraviados.

Ahora entiendo
el hundimiento de su suerte
y el escaso poder
de reemplazarlos.

Para después

Desasido el llanto,
no escupirás tu sal

sólo la vida.

15 mayo 2005

Pregunta de último momento

¿Cómo se nombraran las huellas
si perdemos los zapatos;
cómo, cuando los pies
permanezcan amarillos?

Caminando

Es muy tarde para creerle a Martita lo que dice, a pesar de que ha contestado rápido y pestañea escasamente. Su vestido, coloreado a manojos, no recibe más aplausos. Y los que son detonan por rutina, como única moneda para saldar lo no pagado. Estuvo ahí metida toda la noche. En esa caja de miradas. En esa recámara de ángulos inciertos. Ante mi cena de leche fría y pan aplazado, ignorante de mis sueños acaramelados, que como realidad suelen ser desabridos. Habló de ella como si se conociera las bondades y el carma. Habló creyendo lo que no ha advertido: cuando las piernas están rotas caminar es un suplicio. Burlada su estrella buscará el espejo con desatino. Zarandeará la boca y zumbarán abejas sobre los tornasoles.

12 mayo 2005

Musitando

Lo dijo ayer. Anteayer. Hoy lo mismo. Siempre como susurrándolo, no por la maldita timidez que le impide hablar ante otros. Sino porque para ser entendido tiene que decirlo musitando, con esa apariencia de la que está sujeta de los brazos, aunque en realidad lo que hace es vivir a dos manos. Lo dijo entre una tormenta de gestos y miradas, que recuerdo completa, como casi nunca nada. Sus labios, no otra cosa que sus labios, limaron las palabras, mientras su boca se hacía fría. Yo toqué el cristal cuando lo dijo. Nos separaba la transparencia equivocada Tras el cristal lo dijo. Pude leerle los labios.

10 mayo 2005

Sentado en una esquina

No es que se canse uno del mismo hueso. No es la duda aconsejada por las pulgas. No el sobresalto del idioma hacia las ruedas negras. Ni el abandono de los juegos, las correrías y gruñidos por la casa. Tampoco las cosas quietas en el cuarto y esa luz arrimando las ventanas. Mucho menos la prisa del olfato hacia el poste malparado o la gana de arruinar el zapato incauto. Nada de eso.

En balde mi condición canina: Nunca supieron que soy un pata de perro.

09 mayo 2005

Cuando Matilda vuela bajo

Por las calles, en las dudas… de si los destellos se dan como incendios momentáneos al doblar la esquina, en lo que olvidando el nombre le dio por llamar vacío; de si lo peor de ayer fue no saberse viva por confusión o esa espera que la anula bajo la sombra de un ser que no cree ficticio y le otorga alas, no para volar sino para mantenerlo vivo... Matilda, emprende la huída más lejana, donde el recuerdo es solo cuestión de olvido. Carcome cuanto avanza a la certeza vieja y salta charcos. Pisar las nubes nunca le ha gustado.

Fantasma


Dedicada a Pepelanza por su cumple -que sé que es pronto, pero no recuerdo cuándo-- para que no olvide la vez que vio al fantasma.

La cultura...

...no hace al hombre. Sólo le quita lo animal.

Cuando la moneda cae parada: Coincidencias

"Siempre constituye para mí nuevo motivo de asombro el que sean tantas las personas que han tenido experiencias de ésta índole (sincronicidades) y del cuidado con que se oculta cuanto hay en ellas de inexplicable".

[Carl Gustav Jung]

07 mayo 2005

Puertas

Trazos de palabras encajonan los vacíos. El dédalo –hambriento de pisadas-- es tan corto con las ganas, tan largo de mañana. Hay puertas sin cerrojos, para no oxidar la mano; muchas puertas sin cristales, donde no encontrarse con los ojos, todas como animales sin instinto. Sólo quietas. Sin espera ni asechanza. Tras ellas ruidos que suenan despacito, y otros como cuando el gato sueña sabio que derrapa.

29 abril 2005

Mojada la letra

Por si vuelca la divina idea
o por si llegases con la noche
desde la marisma tú.
Es mi letra tu voz,
escribiéndose con los dedos
sobre la arena

intacta de sol
mojada
canela.

26 abril 2005

Dios pan

Soy la adoración
de las hormigas
cuando no hay nadie
que limpie
las migajas.

22 abril 2005

Matilda en el País de las Mentiritas

El cielo es gris y las ratas huyen. No existe el tiempo. Matilda mira el reloj sin cuerda y el té de la seis se sirve. En su cabeza atiborrada, el ventilador decapita sueños. La peor pesadilla, ha sido despertar sin saber que un momento atrás dormía. Embestida la realidad con su mirada, el alma cuelga, péndulo sin sombra, inamovible. Habla. Conversa de sí, consigo misma. Con la caricia clandestina de los labios comete el verbo y olvida los acentos. Lo dijo muy despacio, unió las pestañas y volvió un rincón oscuro todo su reino. En la huida el corazón no palpita. Tiembla.

20 abril 2005

Peor tantito

"Yo peor que esas mujeres despechadas que fuman tabaco ligth para no engordar, para echar el humo rojo de sus pecados por la ventanilla de una camioneta, cuyo único elemento feo es el chofer. Ahí salen del aerobics a las risas (sic), como no mirando esas cosas que no pueden ocultar de sus maridos. Son ejemplo latente del devenir de la verdad de los dichos populares. En ellos sabemos que dos cosas no se pueden ocultar: el tener dinero y el ser pendejo..."


[Correos del Pensador de la Bayoneta, Alejandro Hernández López]

17 abril 2005

Matilda y su manía de papar moscas

En el dilema, a través del desencanto colgó sus zapatos tristes en la rama. Quería escribir una historia de luna y demás bolas. No soñaba con las mercedes de la fama. Habló a media voz de su bagaje y la pistola. Matilda conoce del hambre subterránea de las ratas.

16 abril 2005

Si no sabes hallarme, para qué me escondo

Las palabras deshojadas

Quería saber la verdad. Con las dudas reventándole en la boca suelta y el ceño plisado desde el odio apabulló la desgracia de la mujer inmóvil, mojada… por los golpes. Los ojos como canicas de barro extraviadas sobre cristal pesado de la mesa fueron la pausa para el impulso de las percusiones que facilitó la noche. Nadie se levantó ni abrió cortinas. El llanto sobrevenía balbuceado hacia los sueños. Se deliraron lágrimas por doquier, como arroces y cristales rotos bajo la pisada.

Cuando logró cavilar, fue porque ella no contestaba. Margarita, deshojadas todas sus palabras, sintió cómo el bálsamo elegido de su raza rodeó su cuello con las manitas congeladas y esa fomar de mirar que no se halla en ningún retrato de la casa.

Adrián salió a destilar su borrachera al patio, sobre el tronco del ficus, junto a la banca. Limpió rastros de su batalla. Abrió la llave. La lluvia potable se dispersó desde sus manos y se regaron jardines en el acto desvelado de la consciencia anulada, en la ínfima percepción de los paraísos perdidos. Se le ha hecho fácil pedir perdón. Decir adiós Margarita no lo sabe.

15 abril 2005

Blue Motel

A Aracely,
el saludo de la confusión.
Cuando quebranta la soledad.

Flavio de nada se espanta. Desde los once años sabe bien que esos estacionamientos son el escondrijo de los cuerpos, regulado por el reloj checador. Esas casillas largas de cortinas metálicas que su padre engrasa, con devoción innata --dos veces por semana-- mantienen el ilusorio mecanismo de la perfección en lo que entiende el viejo en su tictac de amor, ideal figurado en inglés sobre un anuncio ajado por el viento, apagado por el sol. Te lo dijo claro desde el principio… no sé por qué ahora la conmoción, le dice Samantha y la abraza. Flavio impasible le entrega una llave, el vuelto escaso, unos cigarros y se ofrece a prestarles un encendedor. Piensa como su padre. La intimidad necesita puertas y llaves. La caja del aire acondicionado no es la única que gotea. Hay humedades para dos. Deshabitada de lágrimas, saturada de alcohol, se deja caer en la cama y simula con la almohada el calor, le muerde como un cierre atascado la pasión, se gastan a gritos los recuerdos que pocas veces guardó. No hay manera de saber por qué todo se agita y se vuelve convulsión. Te lo dijo, él no mintió, insiste Samantha, busca una ventana y apaga la luz. El cuarto espera en la totalidad un sopor y luego dos, el aleteo de las mariposas oscuras sobre el sueño azul.

14 abril 2005

Canicas

Julia con la cabellera larga
ensancha su cadera.
En la reja se recarga,
el metal cierra los poros.
Ella permanece.
A nadie mira.
Eliseo y yo jugamos
a sus pies
canicas.

13 abril 2005

Vuelvo

Si vuelve el salto al agua
y la sonrisa viaja de mañana,
vuelvo
y me lees,
ojos mansos
luna líquida
y corazón de lava.

¡Maldito vicio!

En los últimos títulos se me ha vuelto vicio escribir la “v”, será por Vicente, vomitivo Vaticano, velorio, varo, vacío, véngase (tu reino), vidita, Veracruz, veladoras, vaporcito, ventilador, vuelta, veloz, victoria ¡vóitelas!, ni la que dejaron ir las Chivas, allá por Colombia contra el Once Caldas. Y eso que ni me gusta el futbol.

Voces silenciadas

A Arely,
la sonrisa donde quiera.
Después de aquella
urgencia sumergida.
.
Todo fue tan despacito... cuando llegó el momento no lo supieron. Habían pasado siete años. Y esa vez estaban ahí, acompañándose la sombra, ajenos a la tarde que entintaba a sus espaldas los cristales. Presa la mirada, en el encierro de los párpados, con el motivo más útil en la mano y con la percepción más cierta entre los labios, se convidaban la saliva a quemaboca. Esa despedida de cumpleaños fue secreto, ninguno presintió el desencuentro. Volverse a ver sería como caminar seis cuadras, tocar el timbre, esperar desde el balcón su voz desorientada y retraer la fuerza o la fe o la nada. Y quedarse quieto, aguardar la soltura tímida de su andanza de mañana sirviendo el café y sonriendo entre palabras. Él le ha llamado adiós a las voces silenciadas. Ella ha llamado al tiempo y los segundos son los que responden.

11 abril 2005

Viento arrepentido

Después de todo cambiaste: igual que se inflama el viento arrepentido.

10 abril 2005

Del Virote Vengador

"Fue domingo, maldito domingo, lunes, martes, miércoles y todos los malditos días, todos, todos con sus 24 horas, su madrugada, su mañana, su tarde y su noche. Qué haríamos, dice José Sánchez, el sacristán de la iglesia que a ratos duda... Qué haríamos, qué seriamos si Dios no existe, nomás pura borrachera. Qué madriza a nosotros los pobres, si Dios no existe, si el cielo no existe, si el purgatorio no existe, entonces, qué razón tendría venir a esta tierra y sufrir...Qué razón habría, si a nosotros nunca nos podrán desaforar, qué razón existe antes de la demencia, si nosotros habláramos con nuestro gallo imaginario públicamente...Qué vergüenza me invade el rostro, un peje nadando panza arriba, un chofer que es la octava maravilla y no puede salvar al peje ahora...
.
Atte. El Virote Vengador, no el Pan."

Vaticinio anfibio

Soy un sapo vaticinando
cómo se quiebran

las alas del mosquito.

Del Colectivo Vengador

"Dicen que todos los días al levantarse, se le está pidiendo a todos los desempleados que le mienten la madre a Obrador y a su pendejo gallo imaginario. Se está pidiendo que la acción se realice a las 09:00 horas, en el tiempo mexicano. No reforcemos la idea de que nuestras pretensiones como país son mirar, reforzar y apoyar la discusión de dos analfabetas funcionales que destacan por no saber hablar.

Atte. Colectivo Vengador: Los hijos del superheroe que se oculta como chofer. Los hijos del preso número nueve. Los hijos de la patria. Los hijos de la vecina. Que todo México se entere."

Libre lucha

Antes de partir de la Arena Xalapa vi a medias luces, las siluetas de un par de chiquillos subidos en el ring, tratando de emular las más sanas peripecias de los guerreros de la máscara o de la cabellera, esos de capa, bota y calzón. Yo también pensaría que la lucha es un juego, no un cotidiano vivir.

El desemascarado sin plata

09 abril 2005

Mensajes para hombres en el baño de mujeres

A Bárbara,
el rostro modelado
por los dioses.
Desde esta azotea
donde me olvidó.


No eran las ganas de orinar. Tampoco las de ir a tirar el llanto al rincón escolar más íntimo. Ni la distracción idónea para los conceptos ininteligibles del maestro de matemáticas, ente de ojos precoces posados en la incógnita carnal que le formulaba Bárbara al andar. A penas entendió sus apellidos --a propósito en la lengua vieja, enmarañados-- aguzó los oídos después del nombre, y tras este, el número cinco. Le sonó la palabra redonda. El número, la retracción del infinito. Como los dedos contando los besos que dijo no haber sentido, la noche que se contagió de los bostezos de Gonzalo. Esperó el silencio interior, pero llegó la urgencia como dispersión. Alcanzó a excusar su salida, sin ningún sentido. Se levantó y caminó hacia el pasillo. Su sombra esbelta se hacía larga. Tan corta su cabellera. Y sus labios con las miradas jugando. Sin remilgos marcó los diez dígitos hacia una respuesta que ya sabía. Lo hizo pensando, como siempre, en dos, en la unicidad etérea como un principio las más de las veces incierto. No eran las ganas de no regresar a negociar con sonrisas exquisitas y esa mirada de aguas claras, tras la intención, turbulentas. Tampoco las de petrificarse frente al espejo del baño, escudada en la creencia de volverse dura. Era la tiza en lenta fricción, con su letra inconfundible, escribiendo con la mano que no contó las mujeres pendientes de su amado : No quiero a un hombre que me diga “Amor, todo va a estar bien”, sino aquel que no diga nada y sólo raye en esta pared: “Ya sé que el mundo es una mierda. Pero estoy aquí, contigo”.

08 abril 2005

Nunca la voz

Nadie me llamó a su vida.
Ni me pidieron descifrarle
en crucigramas.
No me dijeron al oído: Cuéntale…
las letras que te traman.
Ninguno alegó siquiera
con las cejas o las manos
mi postura insertada con las ganas.
Nunca sobresalió la voz,
entre sonrisas.
De ningún modo.

07 abril 2005

Costura de puntadas largas

Hilvanaré tu rostro
sin mis manos,
tardío,

lleno de momentos.

03 abril 2005

Fresas partidas

La ventana
ya no muda estaciones.
Las fresas partidas
son el único color
regado por la habitación.

En su pulpa
tu voz.

Mil 209 pasos

Si eso faltara para alcanzar cualquier distancia… hasta me voy sin zapatos.

Lo no escrito

Dejo de escribir. Las letras no escritas no vagan ni vuelan, se hacen las mudas y quietas. Son en los dedos tan ciertas como la sensación de tu faz sobre mis alas abiertas. Con estas ansias como brazos, del papel te arrebato y de todo lo condenado a arder, cambiar, a hacerse cómplice del tiempo. Yo no te guardo, permanente te tengo.

Garabatos

Si mis letras son garabatos es porque te estoy cifrando.

02 abril 2005

La evolución de la pólvora

En alguna otra vida, tú debiste ser china y yo juego pirotécnico. Aún queda esa sensación de volar vertiginosamente y explotar multicolor por los aires, cada vez que el cielo se esconde tras tus ojos.

Anfibio lunático

Sigo siendo un sapo bajo la luna.
Debo tener cara de insecto.

01 abril 2005

Saberte

La poesía ya no alcanza.
Todo es etéreo y gigante.
Me vuelvo grito
pulsión
en segundos
arrepentidos
de seguir enfilados
al tiempo.

Todo fue saberte
y en tu profundidad
hallarte
creando
las alturas.

Agua enramada

Luces

Las bajas
Las blancas
Las altas
Las ámbar

Se puede iluminar la oscuridad
pero no el vacío.

29 marzo 2005

Fue secreto

Tomarte
y esparcirte en la letra.
Como ese rito íntimo
de las noches en vela
donde las manos
son lo primero
que se sujeta
a la vorágine
de lo apostado
por completo.

28 marzo 2005

Poe-citas

"En un poema uno da su vida y asimismo un poquito de su muerte".
[Mario Bennedetti]

"Entre un pensador, un erudito y un poeta hay la misma diferencia que entre un libro, un índice de materias y un papel higiénico".

"El poeta es un ladrón de su fortuna, de su tiempo, de su libertad, de su salud y del pensamiento ajeno".
[Glauco Mattoso, Galería Alegría]

"La poesía no destruye el lenguaje ordinario sino para construirlo en un plano superior. A la desestructuración operada por la figura sucede la reestructuración de otro orden”.
[Jean Cohen, Estructura del lenguaje poético]

"Me inclino a creer que la busca de la poesía es el ejercicio de la poesía misma".
[Paul Valery]

“La poesía en sí es la expresión sucesiva de las imágenes equivalentistas. Reducción al absurdo ideológico. Imagen multánime. Raíz cuadrada de un coeficiente ideológico-multiplicador común diferencial de la imagen a) directa-simple, b) directa compuesta, c) indirecta simple, plano de superación”.
[Guillaume Apollinaire, cit. por E. Caracciolo Trejo, La poesía de Vicente Huidobro y la Vanguardia]

27 marzo 2005

Alas destejidas

La araña desteje
las alas de la paloma.
La paloma ungida por el grito,
el de guerra.
Y el otro, sospechoso,
que proclama salvación
y arrebata lo perdido.

26 marzo 2005

Vértigo de ciudad

La ciudad se mueve
en este derredor
de horas insensatas
que a rastras
lleva el sol.

Telaraña de alta tensión bajo los algodones de Dios

Subestación

Estorba la lejanía.

El tren
impenetrable de las horas
se posterga en la subestación

de la memoria.

Puntos lagrimales

Soy Este.
El de los parques
cuando atardece.

Soy Sur.
Asisto.
El día alimonado derrama
una agonía distinta
en las fuentes.

Soy Norte.
Las palomas tiemblan
al aire
--un ave nunca sabrá caerse—

Oeste soy.
Hay domingos
en que se cumplen los deseos.
Yo perdí los míos
en algún parque.

25 marzo 2005

Exactitud

No hay nada como comerse unos limones dulces en primavera.

Amor terrenal

“Vas enredando mi consciencia abierta. La soledad se escucha, a veces. Solo deja de esculpir tu nombre sobre mi pobre alma, de una vez, para así después volver a esclavizarme en honor a tu hijo, con tu aliento envenenado”.

[Bela Lugosi, Amor a tres metros bajo tierra]

Alquimista

100 segundos

La solapa luída y sin corbata.
Tres años más viejo que su alma.
Atraviesa la calle con el paso solitario
que amedrenta.
No ve los faros de los autos.
Cae el cuerpo en el asfalto.
No ve las intermitentes
como hormigas encendidas.
El cielo se apaga con su nombre.
No hay sirenas rojas en sus ojos.

Su reloj
ha perdido
cien segundos.

24 marzo 2005

La egofante

El ego de ella sola en terrible enfrentamiento con la realidad de todos, no deja más que iracunda a la una y en breve confusión a otros, los demás se ríen. No hay circo gratis todos los días, con una paquiderma en el trapecio vestida de payaso que vende palomitas y doma al león con su colita, toca el acordeón y mueve el pandero, anuncia el número siguiente, dirige las luces, salta, vuelca, se retuerce. Pero sobre todo grita, inconsciente de que su trompa grande no se arregla con cirujía.

Eureka

Hay cosas tuyas fusionándose en mi vida. Mientras otras miles añosas se separan.

23 marzo 2005

La prosecución de una respuesta detenida

Detienes en la boca una respuesta.
Mis manos cuelgan en el closet
-- se han escrito solas las palabras –-
Y arrinconado, el tiempo
me propone
seguir haciéndome viejo,
más que sabio de tu andanza…
viejo.

22 marzo 2005

Ni manera ni fe

No hubo manera
para que te tendieras bajo la voz
y te quedaras quieta.
Como si creyeras
que estas alas de insecto
te persiguen
desde el claustro
de ventanas y letras,
--forzoso escondrijo
de restos y huida--
para el que no existe llave
ni fe.

21 marzo 2005

Muerte con palabras compulsivas

Los cuerpos inmediatos se abandonan al abrazo envolvente, cegador que da la tierra. Hemos venido cumpliéndole su pasto con nuestra carne putrefacta. No hay error sino sigilo. Hablar de encierro no es permitido. Nos guarda la muerte en su honor, en su espacio favorito, en la herrumbre de su voz un motón de palabras compulsivas.

19 marzo 2005

Mi fe de iguana

Tremenda piedra de río fue a inspeccionarle, presurosa, la verde y rugosa cabeza. Zas, cayó entre matorrales. Pobre iguana que se iba a imaginar que ese día un cazador novato de pantalones cortos y charpe en mano, la derribaría de la pared donde se asoleaba. Y yo que en mi vida le había atinado a algún ser vivo, simplemente porque ni siquiera les había apuntado. En lo que la hallé, ya estaba hormigada. Pues cómo no si cayó en un hormiguero. Al menos ya tenía cómplices. A mí se me figuró que ya se la estaban comiendo. La jalé de la cola, previendo que si estaba moribunda los dos nos llevaríamos un susto, y me la llevé arrastrando hasta mi casa. No sabía qué hacer con ella, pero más tardé en irlo pensando que en salir echado, con todo y dinosaurio chiquito, de mi casa. "Empezaste con insectos vivos ¿ahora qué siguen, reptiles muertos?" Me senté en una piedra, la acomodé muy cerca y la movía a ratos con un palito. Llegué a zangolotearla. Creo que matarla no había sido tanto mi deseo. En una de esas cuando salí corriendo para observar un gran ave blanca que muy bajo planeaba el vuelo, la drámatica y buena prisionera, corrió conmigo y se siguió derecho. Desde entonces creo en la resurrección de los muertos.

18 marzo 2005

Sujeto como pulsera

Dijiste "mira" y descubierta de la manga, en la muñeca, redondeaba una pulsera. No sé para que sirvan las pulseras. Pero tienen un nombre etéreo. Han de guardar el pulso del corazón cuando se derrama de contento.

No dije mucho. Su color negro me hizo recordar mi suerte o mi desvelo. Y el blanco la pronunciación exacta de tu nombre, que sigo callando para escribirlo una mañana en las hojas blancas que descienden, turbulentas, y se esparcen por el suelo.

Pulsa tu pulsión en tu pulsera. Atesora en sus cuentas una historia. Siento que pienso luego pienso que existen motivos para no sentirte. Y desvío el pensamiento a la pregunta que toca la punta de tu pie y habla de las líneas que te adornan.

Sujeto entre los labios un cigarro. Sujeto al humo me imagino. La pulsera finge una manera de ceñirte y no decirlo.

17 marzo 2005

Palabras de mañana para quien aún duerme

Qué extraño es el mundo a las 7 de la mañana. Hoy llueve. Mojados y no tan contentos deben estar los pájaros, que balbucean su canto. El ruido de ciudad apenas se oye. Es hora de meterse a la cama o no salir de ella, sea el caso. En este instante tengo sueño y soy feliz, sea lo que sea eso.

Armas negras

Volvimos a hacerlo bajo la luz completa. No como en aquellos días que no podíamos. El sol secaba sobre el cuerpo la ropa de sudores empapada. El vaivén del grito se fundía en la continuidad de voces y temblaba el aire con la fuerza de las olas, de esas que arrebatan. Hubo tiempo para todo, menos para escupir o salir corriendo. La garra de la voz se sujetó a las líneas de horror que trazaban las armas negras de los guantes blancos. Hay estruendos que atraviesan corazones. Volvimos a hacerlo. Y ellos otra vez han mentido.

16 marzo 2005

Cuando el Musso y yo sólo veíamos pasar ratones


Inteligente. Y malcriado.
Este gato fue sumamente
envenenado.

11 marzo 2005

Pequeña Guía Anticonflictos para el próximo novio de mi ex

PREVISIONES
.....Vas a tener que escuchar con mucha frecuencia las múltiples anécdotas del día sobre quién y cómo le aludió sobre amor, belleza o inteligencia.
.....Serás sometido continuamente a una serie de pruebas, test y supuestos de todo tipo (yo los llamo “supositorios” por su calidad de incómodos y de inmediato efecto) para certificar que eres un hombre del buen actuar, sin ninguna desviación mental y todo un agricultor de la paciencia empapada de tolerancia, para que en donde no habiendo problemas, se tornen los instantes díficiles, y los haya.
.....Si hay alguna encomienda, situación pronta de opinión o una urgencia en donde sea requerido tu apoyo y/o presencia. No te preocupes si no quieres, no puedes o deseas descansar. Hay un antiguo y eterno “hermano de saliva” que invariablemente te suplirá.
.....Resérvate tus secretos personales. Ella cree que tú también eres el mejor amigo de su mejor amiga.
.....Quizá a estas alturas ya te sepas mi vida, en una versión bastante completa, proporcionada a gotas, aunque bastante distorsionada.

Frases favoritas: “Tú tienes la culpa” y “Me decepcionas”. ¡Ah!, y "Dame tiempo, voy aprender". La duda subsecuente: “No sé si he amado”. La advertencia: “Soy veneno” (yo agregaría, del que no mata pero cómo arde). La búsqueda final: Fidelidad, unicidad, comprensión, adoración y la posesión-olvido como fórmula de amor.

RECOMENDACIONES
-Nunca esperes que llore o baje la cabeza.
-Aunque estés muy ocupado, si te llama, contesta tu celular.
-No hables por hablar. Puede ser utilizado, con alevosía y ventaja, en tu contra. Tiene la habilidad de rastrear "contradicciones".
-Quítate del paso cuando quiera salir huyendo. No la abraces cuando esté enojada.
-Si te pregunta, no le digas que está delgada, ni gorda… sólo que así está bien.
-De preferencia, no le des a alguien a quien odiar de tu pasado, a menos que así lo quieras.
-No desconfíes si antes de darte un beso, en la calle, comienza a voltear para todos lados.

APUNTES FINALES
Propensa a: Interpretaciones radicalmente opuestas, desposeídas de toda intencionalidad inicial. Y exageradas y dolosas respuestas.
Lo mejor: Sus besos sabor artificial.
Lo peor: Sus mordidas, las más salvajes.
Lo detestable: Sus conjeturas siniestras.
Zona prohibida: Las pantorrillas.
No tocar: Los labios con los dedos.
No regalar: Trajes de baño, lentes oscuros, cosas donde haya plasmadas otras mujeres, relojes.
Tipo de amor: Insospechado.

10 marzo 2005

Para una pececita de colores

Estaba pensando que si hacemos como que mi felicitación del día de la Mujer fue una adelantada del día de tu cumpleaños. No te digo, la casualidad de los abismos digitales, aunque el año nada más tenga 365 días, me concedió la veda, la confusión y la ignorancia númerica. Así como una memoria calendárica deplorable. Por ello, para mí nada es cuestión de tiempo, sino de voluntades:
¡¡¡Muchas felicidades!!!

09 marzo 2005

El último cerillo

Me diste la razón. Otra vez. Apenas sin darte cuenta. Sí, el amor --me dijiste—como la luna, cuando no crece, disminuye; lo leí en alguna parte. Y te distrajiste otra vez en la ventana, absorta, como si miraras a las sombras y quisieras adivinar sus cuerpos y sus vidas. Qué insensatos somos, te oí decir bajito. Pestañeaste lento y cerraste los ojos. Si nos besamos fue porque la saliva nos convertía en piras el deseo. Pero fue triste e inútil propagar todo ese fuego. Encendí el primer cigarro con el último cerillo. Y tú nunca terminaste de fumarme.

Me lo imagino

Llegaste tarde, cansada, pero sin sueño. Y es que la noche es el momento idóneo para recapitular los días, encontrar algo de lo perdido, saltar las cercas y huir sin ser perseguida. De no haber creído que valía la pena, ya hace mucho hubieras bifurcado el camino. Hay cosas que se construyen solas y no dependen del tiempo. Maldito tiempo, que no interrumpe su tránsito impecable. Resbaladas las ganas de llorar, uno suspira o fuma… y para el colmo, escribe. Yo me lo imagino. Pero tú duermes. Entonces nada es cierto. Sólo los ojos sobre las letras al otro día y una sensación extraña de haber vivido al mismo tiempo una caricia y un desplome desde los cielos. No habrá heridos, tampoco muertos. Es mejor que saltar de un octavo piso.

08 marzo 2005

La quinta raya

Desenvolví lentamente la paciencia. Mi dedo prensil se dio a la tarea solo suya de acosar seis veces a las teclas. Sin que me delatara la voz, sonreí. El aparatito es un túnel mágico, que la trae aquí, desde donde quiera que esté, a su voz, entre centellas sensoriales. Estoy sentado en la banqueta oportuna de un descanso vuelta a casa. Dijo que llamaría ayer, puntual como la gota cuadrada del reloj de arena. Y yo como ser atemporal, en la cotidiana confusión de fechas y palitos cruzados por la quinta raya, creo que llamará en lo que se supone será mañana. Yo sólo llamo porque la duda ha sido formulada y el antídoto revelado entre sueños. Sólo llamo para reducir la espera.

07 marzo 2005

Muero al fin

"...me estoy muriendo, juro que no nací para morir, pero muero al fin, y es un pecado vivir. Pero amar es una salvación condenada, pero salvación al fin".
.
[Mauricio Otero, Rulfo: la desolación del ser americano]

Engañado: recuerdos de secundaria

“…iluso”, iba antecedido por un "pobre" y por el énfasis de la chica malhumorada, me sonó entre signos de admiración y con un dejo de sorna. Esas palabras eran para mí, por asegurarle que yo obtendría mayor calificación en un examen. Con el tiempo descubrí que "iluso" no era tan peyorativo como momentáneamente creí. Pues en su sentido más lato, el de "soñador", bien que encajé. El remate de la contundencia sobre mi entendimiento acaso fue el "pobre", que desde luego no entendí como "escaso", sino como "desdichado".
.

El día de la entrega de calificaciones, no nos acordamos del suceso. Sin embargo, yo aprendí (profundamente) una palabra nueva. Y ella conoció mi cara de idiota y mi boca sonriente, sin respuesta.

Mano impía

Fui verdugo con el rostro descubierto. Y lloré sobre la mano asesina. Sangre y lágrimas eran ya las mismas, reconociéndose el color entre las piedras. Pasó el estruendo. Quien pidió castigo ajeno, ya no pudo ver rodar su propia cabeza. De no haberlo hecho, hoy también lo haría.

06 marzo 2005

Es la voz

No hay silencio.
Sólo esta red que lo circunda.
Y el paso es quieto
arrastrado y cauteloso.
Imposible pensar
en que las manos
desenreden la madeja.
Es la voz
la que apaga su latencia.
Y no sobrevive nada.
Acaso letras tapiadas,
húmedas y viejas.

02 marzo 2005

Perdido

No sólo me has extraviado: robaste mi brújula y saliste corriendo.

01 marzo 2005

La cortedad del hilo infinito

El numen
es la punta del hilo
que va a parar
al otro lado,
aquel que siempre
parece lejano
pero es

el que estamos pisando.

27 febrero 2005

Cuarto oscuro

En el cuarto oscuro
no ha habitado
el mediodía.

Las palabras en sortilegio
de la memoria
empujan una mano laxa
pendiente
como cortina
y parados
en torno a la cama
sueños se inclinan
e inventan madrugadas.
Distintas todas ellas,
tomadas con desvelo.

Sólo la vela vive
aliviada por el fuego
por una razón
inescrutable.

26 febrero 2005

El sol de los muertos

Venga tu hierro
señor de los vuelos
tu calma morena
a rastras vecina
desde la necia morada
transita
el sol de los muertos.
Sin manecillas,
su paso suena como reloj
infinito.

22 febrero 2005

Arde sin infierno

Soy una mentira hecha carne
y puesta en el asador.
Para arder
no hace falta el infierno.
Sólo decir que sí muero
y seguir viviendo.

20 febrero 2005

Charco para no moverse

En el charco de mis ojos
se estanca lo que eres.
Te observo detenida.
Esta luz exacta
en la retina te contiene.
En la superficie ondula
el cielo de nubes desgajadas.
Sospecho que si llueve
habrá motivos
para no moverse.

19 febrero 2005

Saldo para soñar

18 febrero 2005

Sueño anfibio

Sigo siendo un sapo soñoliento
brincando precipicios.

De colores deben ser las rápidas y rodantes sensaciones

Una amiga me presumía hace unos meses su nueva camioneta, color rojo cereza –así dijo--. Mi hermano escogió para su auto, un azul polar, que yo la verdad veo como gris. El mío, creo que dice en la factura, rojo flama. Y bueno, se conocen, como esos, muchos más. Dado que la apreciación del color asociada con cada elemento resulta a cada cual muy particular, hago la propuesta de los siguientes colores para autos. Hagan las suyas, digo si quieren.

-Gris rata
-Verde insensato
-Azul otoño

-Rojo mamón
-Amarillo galáctico
-Negro pirata
-Blanco mimado
-Naranja nocturno

-Morado puntual

16 febrero 2005

Sucedáneos para olvidarse

Mis manos las podrás sustituir por agua.
Mi boca, por tibias, húmedas espadas.
Mis ojos, por las viejas cartas escritas en la cama.
Mi manera de decir que no, por casi nada.
Mi poesía….¿conoces el suicidio?

Paraguas azabache

Un paraguas azabache
repintado por el agua
siembra gotas en la calle.
Volcadas todas --las que alcancen--
tenderán sus cuerpos

colmarán el cauce.

Anti-tic-tac

La noche sin reloj y yo tomando el tiempo con las ganas.
Para hacer la eternidad nos falta sólo un instante.

15 febrero 2005

Lluvia y papel para hacer tormenta

Las agujetas todas sueltas
están mojadas.

Se han desatado las amarras.

Trajina el barquito de papel
con un niño en sus batallas.

Concatenados

A mi padre,
en su partida de hoy,
hace algunos años.

El último minuto me acompaña,
aquel de tu mirada nublada por los días.
No alcancé a decirte adiós
porque dolía.
Te vi y me viste.
El pasillo frío, se congeló, siniestro.
Entraste al sueño de hilos negros
y tu gesto se quedó quieto.

Las letras abundaron nuestros días.
Sirvió de aliciente la tinta,
cualquiera
la prensada por la tecla
la que en la mano dormía.

Soy la continuación no escrita ni hablada

de una frase
que creció en tu pensamiento.

13 febrero 2005

Inflamable

Cuando vuelvas a verme
desapareceré…
inflamable, volátil
me quedaré en tus pulmones
todo el atardecer.

Cruz-cero

El asfalto se mancha
con el amanecer
arde verde
un semáforo
el papel arroz.

Esta mañana fue mía
la decisión de volver
la mirada desobligada
separados los talones
otra vez.

El payaso pintó
sus pestañas
con el lacrimógeno
de la redondez
de una moneda chiquita
que a alguien le sobró
desde antier.

Los titulares
ya no se gritan,
el rumor de los motores
no los dejan ser.

El número del día
no arrastra alas
ni guarda pies.
Es redondo y raudo
tan perfecto suena
tan escaso es.

10 febrero 2005

Reloaded

Tenía 35 años que mi abuela no iba al cine. Se me ocurrió invitarla a una función, cuando todavía proyectaban dos películas por evento y la permanencia era voluntaria, allá por la primera parte de la década de los ochenta. A mis otrora 9 años (de haber caído en vertiginoso descenso desde la cigüeña) no me emocionaba otra cosa en el cine más que el numérico personaje 007, asignado a un tal James Bond, encarnado por el –dicen-- flemático Roger Moore.

¿Y cuál vamos a ver?, era la pregunta ideal para una respuesta elegante: “Octopussy”, y sonreí con muchas ganas para distraerla y disipar la pregunta segunda, cuyo indicio preví cuando se ¿dobló? su entrecejo. A medias me funcionó la improvisada estrategia. Yo esperaba un ¿qué es eso? pero me alivió los oídos cuando dijo ¿Y de qué se trata? Repetí la dosis de entusiamo facial y contesté, eso sí, muy seguro: “De emociones”.

Cuando salimos de la sala me dijo: "He quedado sorda y me duele la cabeza. La vez anterior que fui, estábamos unos cuantos sentados alrededor de algo poco más grande que una televisión. Hoy las emociones las han hecho escandalosas y grandes". Comprendí de alguna manera cómo se sentía…. Mi primera película bajo la capa negra del cine, King Kong, no fue el mejor debut para mis ojos, a mis 4 ó 5 añitos yo pensé que ese pinche changote rabioso a mí también me quería aplastar y ni para dónde correr. Por supuesto lo he superado, yo creo ahora aguanto hasta una versión recargada.

09 febrero 2005

Tengo

La soledad vestida con camisa ajena.
Una premisa rota y grande y fea.
El cuerpo en la arena restregado.
Esta hipoglucemia guardada en las caricias.
La muerte tras de mí, toda borracha.

08 febrero 2005

Del Movimiento Perpetuo

"Por eso suplicamos a Dios que nos libre de Dios, y que concibamos la verdad y gocemos eternamente de ella, allí donde los ángeles supremos, la mosca y el alma son semejantes".
[Meister Eckhart, Sermo Beati pauperes spiritu]
.
"Si el espacio y el tiempo, como dicen los sabios, son cosas que no pueden ser, la mosca que ha vivido un solo día ha vivido tanto como nosotros".
[T. S. Eliot, Canción]
.
"El temor a las moscas es el reverso del amor a los pájaros".
[Otto Weininger, Diario Íntimo]
.
"Polillas inmarchitables, moscas inmortales y el gusano que no muere nunca. Y en ese cielo de todo su deseo no habrá más tierra, dicen los peces".
[Rupert Brooke, Cielo]

La luna dentro mis ojos

Históricamente, debo de-tener sueño...

06 febrero 2005

Paradójicas féminas

Hay musas a las que no se les ama, amores a los que no se les escribe. Y también, putas a las que no se les paga.

Secreto de amor

¿Cuántos hombres pueden decir lo mismo? Este fue posteado anónimamente bajo el proyecto PostSecret. Hay otros también interesantes, sólo se requiere saber algo de inglés. Y como yo no sé algo, sino muy poco creo que nada más pocos entendí a la perfección.


Weblog hallado en
Dosdedos quien a su vez lo encontró en Alt1040.


05 febrero 2005

Desencuentro

Las veces que viniste, yo no estaba.
Desde ayer me encuentro.
He barrido huellas inmediatas
y desestrujado las manos
con las cartas.

Sólo has dicho que te has ido.
Pero no volverás a decirlo:

Aguardo sentada
a la sombra
de este muro clandestino
donde esperan
los desaparecidos.

30 enero 2005

Soliloquio luminoso

Derretida la vela
sin sorpresa
la sospecha abundó
y terminó cierta:

una llama arde,
nada quema.

(Vi)da igual

Omisión o mentira, iguales son para suturar la vida.

Tempo real

Era cuestión de tiempo. No de fechas o carcajadas vacías. No de nombres y palabras furtivas. Parecen voces, pero no, son esas malditas gotas cayendo desde el techo las que miden el tiempo, ese que para ti hoy no tengo.

27 enero 2005

Diálogos sutiles

A.-¿Sabias que me gusta reirme de los pendejos?
R.-Sí, con razón te ries todas las mañanas frente al espejo.

25 enero 2005

Artistas

"Acumulan Aquí Antiguas Ambiciones"

Muro caradura

Un muro caradura fue a estrellarse en la banqueta. Una manera estruendosa de morir completo. Demoliciones urbanas, casas viejas. Esperemos no termine como estacionamiento.

La humedad bajo la tierra

Prolífera, ilusa, indecisa,
me conoces la humedad
bajo la tierra.

Y no dominas
la estadía volatil
entre piedras.

Nos cavamos juntos
esta tumba
honda, estrecha, simultánea.

Se ha llenado
la vereda de flores
y de garzas.

Muy al fondo
almas escurridas
y un sonido opaco
de instrumento roto
que escucho
y no conozco.

Perrolobo

Ataque
Tengo un perrolobo
arrebatándome el cuello.
Me resisto a su aliento soberbio,
duelen sus fauces,
tiembla mi carne.

Subsistencia
Husmeó mi rostro
con sabor a sangre.
No deja de morder
mi lastre.
Sofoca el hocico,
perrolobo,
te has saciado
con mi yugular.
Deja ya

que mis palabras
ladren.

No quiero ser único

Se dice que soy un peligro en la cocina, pero... ¿verdad que alguna vez se les han quemando en el microondas, las palomitas?

19 enero 2005

Sumergida en el cristal de las miradas

Por tercera vez se miró en el espejo. Nada a su espalda tenía sombra. Sus ojos pertenecían a la gloria, con que se ata la oscuridad. No hubo ni un segundo petrificado en su memoria ni modelos a seguir en su conducta. Viciada sólo por su propio respirar esa noche asumió el impulso de enfrentarse al cristal de las miradas.

La carne pálida de su cuerpo temblaría al instante de caer su cotidiano y fantástico ropaje. Quizá la exaltación de sus pasiones tomaría forma en gotas de límpido sudor que al salir presuroso de los poros salaría su piel. Ni el hada con la que jugaba de niña podría eternizarse allí. El sonido apagado, único de su mente era sujetarse en el borde del precipicio en cuyo fondo yacen los cuerpos que resbalaron, hacia vertiginosa muerte, por no liar las alas en el torso de la ansiedad.

Supo que era permitido tocar ese reflejo, lo concibió porque estaba situada e inevitable; lo debía saber porque el retén de su torrente mermaba insatisfecho su historia. El eco de unas palabras postergadas fue el aliciente verdadero que la hizo atesorar ese punto en el deseo. Desabotonó con sus dedos temblorosos el vestido, clamó incontrolable: palpaba ya sin manos su destino.

Desde la pared de piedra húmeda, se desprendió un olor a menta con intensidad. Sus ojos siempre le sirvieron para aprisionar. El reflejo antecedió a la huida y todo fue aire entre alas, abanicos de hacer o no hacer espuma celeste. Ella --esa incomprendida frase del poeta-- se disipó en el heroico jardín, triunfal de eternidad, persiguiendo sus mañanas, sumergida en el cristal, con ese vuelo interrogante al que llama nostalgia, y a veces, soledad.

¿Siempre será el jamás?

Otra vez el silencio
se refugia en el cuerpo.
Callan las manos la paciencia
de tomar en asalto
las palabras “siempre” y “jamás”.

Creánle a los santos los milagros.

Yo sólo estoy taciturno
y soy fugaz.
No tan constante
como esas palabras
y su peligrosidad.

18 enero 2005

La hora cierta

No se pudo detener la espera. Sigue abarcando los rincones, como si tocándolos se anchará el espacio en que te aguardo. El grito se ahoga en desalojo del cuerpo cargando sus cadenas. No hay cristal ni transparencia que estorbe el paso hacia la hora en que el sol de mediodía arrojará su llama para arder conmigo. Llegará el momento donde busques entre las ruinas y me encuentres todo, aliviado de mí mismo: como ceniza o polvo bajo tus pies, enmudecido. Y arrastrado por el viento que me pierde y me enreda en tu cabello lacio, soñado en el delirio.

16 enero 2005

Lujoso pensamiento

Una vez los párpados abiertos, asoman los ojos por la fisura luminosa de la cortina que mi mano desliza como primer acto consciente del día. Son las 7:25. Percibo tarde, entre estas paredes, y todavía a oscuras el parpadeo elegante de una flama sobre una vela verde, en el librero, junto la cama. Mis pies descalzos atinan el camino hacia el baño. Burbujea el agua, sube y sale por la regadera.

El primer humo del día se desprende de las gardenias que habitan en un incienso. Nada más de oler se me antoja el jardín atávico de sueños. Comienzo a creer en las urgencias que se disfrutan lento. Me visto de rojo y al toro le reconozco por los cuernos. Porque el diablo, dicen, le estorban o le han cansado, ya por viejo.

Las dos premisas del día --tornado en asombro-- son sólo mías, vestidas de lógica hoy se declaran mentira. Y palpita la vida, en un intento cualquiera de mirarte a los ojos como conclusión verdadera.

No temo a la corriente interior de las venas y sus raudos días, ni al agua que siendo río aún no llueve. Sólo me reflejo en los charcos de las tormentas sucedidas porque el color más intenso de tus cielos me hace crédulo del aire en el que vuelo.

Escribo como queriendo emular al tiempo. No quiero mudar las letras a ningún otro sitio. Mis sentidos se atragantan con tus horas. Sé de los días porque voy contando sus noches. Hoy, si respiro, en un lujoso pensamiento te contengo.

14 enero 2005

Perdido cangrejo

La tortuga enfríaba la superficie arenosa
con su paso lento, milenario.
Había que llegar al mar
con su don de inmensidad
para saber que amar
no era cuestión nada más del viento.
A lo lejos, apresurado y torpe
un cangrejo
no pudo
caminar derecho,
se extravía en la huella
honda
que arrastra el verde cuerpo.

...

Detenidamente, como si no hubiera espacio
más allá
alrededor tuyo,
te levanto los besos
en batallas
con largas madrugadas redentoras.

En las curvas –trayectoria por la que siempre vuelvo--
los alebrijes desatados de sus almas
zarandean la carne
que estaba congelada.

Tres cuartos de tiempo
para creer que se ama.
Intrusa la sonrisa
me llama y me re-estrena.

Sucesivo de este aroma ya despierto,
te tiemblo por las piedras
que caen desde la nube en llamas.

...y esta impasible
caducidad
que no se acaba...