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15 octubre 2009

Prófugos

Los muertos de los muertos
retornan a la mar espesa

donde se han esparcido

los besos de los pájaros.

21 septiembre 2009

Deleitosa

Mis manos bailan,

su sombra se empecina

sobre las notas delicadas

del pianista de la camisa a rayas.


Mis manos toman los billetes

para comprarse todo el mundo.

La sombra, inteligente,

crece, abundante,

y se sabe natural

y poderosa.


Luz para bailar.

Luz para existir.


Bailan mis manos

con su sombra.

02 septiembre 2009

Intrépida manía

Vienen tus pies descalzos.

Aquí, entre nosotros se desborda el frenesí.

Ningún latido, ningún gesto jamás se vivió así.

Intrépida manía,

amor en mi ventana, sandía para ti.

24 agosto 2009

El fuego antes que el sol

ARTE Y MESTER

Por: Alejandro Hernández López


Se cayó el puente. No, la noticia no viene en el periódico, pero ya me la contaron los verduleros que venían de la central de abastos. Estas fueron las palabras que se propagaban muy temprano, por mi barrio, apenas minutos de haber ocurrido el desvanecimiento de un puente, mimetizando la escena una singular acción del infantil play móvil.


“Llamas, todo se incendió luego del madrazo”. Continuaba la anécdota del vendedor de periódicos, quién agregaba de su cosecha a los hechos. Los voceadores corrían la noticia, que no se publicaba ese jueves en los periódicos, pero que en la mañana tomaba color como la luz del día en Xalapa, Veracruz, México.


Una sacudida rompió el sueño y la ciudad despertó con el dolor que duele por todos estos años inútiles, mostrándose todo a la mínima ocasión. Cuando el estruendo de la gran cascada cesó, el susurro oficial se volvió –en la mitad de las palabras- otra terrible avalancha.


Un ciudadano sale de su vehiculo y observa la ruidosa escena, el sonido tarda en reptar por la plaza comercial. El miedo se apodera de todo y el fuego iluminó muy temprano antes que el sol. La sombra de las llamas proyectan un tiempo que se fractura, un distanciamiento que se sabe irreversible: un error humano deja sin alternativas, sin repliegues -al descubierto- no solo el propio acto nada insólito, sino de todo el horizonte: otros puentes, otro tendido de red.


Hay que buscar tras los hechos consumados. Hurgar en los escombros, para descubrir a la verdadera y a la vez terrible, inquietante respuesta de manos privilegiadas, ocultando en los cajones de la oficina el inédito manuscrito que revela la fractura de un puente que –efectivamente- lo derribo una desmedida cuestión de pesos.


barrenador@yahoo.com

14 julio 2009

Acequias de la hora oscura

Con el ajetreo del éxtasis

las sábanas

fingieron angustia.

El grito fue todo lo que sucedía.

Fuimos perdiendo el nombre,

la obstinación,

la conciencia.

Del ayer

escurrieron lágrimas deshabitadas.

10 julio 2009

Voyeur

En el agujero

el ojo

ávido desata

la toalla que tú,

criatura del agua,

te ciñes

a la cadera o al alma

Y en la vastedad

de la rutina solitaria

un libro

entre el silencio de plata

registra

lo que tu figura atormenta

cuando en la inmensidad

te bañas.

08 julio 2009

Indómito jardín

Se hunden los cabellos
hasta el fondo de la noche.

Las falsas vírgenes
desnudan su mano esmerilada
para distraer la voz
que se adueña de sus cuerpos.

Hay piedras lúgubres
para acallar los gritos.
Y un jardin
donde desangran

lacónicas
sus venas.

29 junio 2009

De dónde sacas la inspiración

Acabo de descubrir a Mario Viñuela y sus cortometrajes. Y les dejo este intitulado "3 minutos y medio" que me parece ad hoc al tema de la inspiración. ¿Tú de dónde la sacas?



08 junio 2009

Cuando la inocencia reverdece

20 marzo 2009

Lo último que dije

Ella estaba demasiado ocupada como para escucharme. Su atención recaía en la ventana, donde figuras escurriendo empañaban el cristal y la mirada. Era agosto, un agosto torrentoso y amarillo. Minutos anormales sobrevenían a cada uno de sus gestos desnudándome sus rasgos. No podía perderme en ninguna otra parte que no fueran sus cabellos, tan quietos que entre mis dedos hubieran visto satisfecha su abundancia. Desde mi cuerpo horizontal humo físico y mental desafiaba el límite del techo y las paredes, verbos inexactos rondaron mi cabeza como leones a los que había que darles muerte. Esta verdad no se pronuncia con ternura, así como el poeta no hace grumos con las letras. “¿Quién se quedará por siempre igual?”, fue lo último que dije. Sólo alcanzó a poner una palabra larga entre sus labios. El silencio hizo lo demás. Afuera, agosto siguió siendo aguaviento. Acá adentro, el conjuro estaba dicho. Cada uno miró hacia el lado opuesto y cerró los ojos, mientras en la misma humedad se arrastraron desmedidas las dos bocas.

27 enero 2009

Llamas de rincones

Soltar el aliento y la saliva
entre piernas alas mariposas.
Poder disolutivo,
llamas de rincones
abandonadas
entre tu quehacer
y el silente espacio
que anochece.