A Arely
después de soñarla
después de soñarla
y no saberla.
Tengo esta voz de fierros
para saludarte por la calle.
Es fácil responder.
Pero hoy te ha llevado
la luz verde del semáforo.
Palpo ciega la esperanza.
Fue el viento el que te trajo
y entre la multitud te vas perdiendo.
Me estoy yendo contigo.
No culpo tu silencio.