Tú eers mi mjoer bseo no coeitmdo
y etsa nchoe, ni te pdiero, ni te oildvo.
26 noviembre 2004
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
skip to main |
skip to sidebar
Vuélvete hora de minutos que plaguen de intensidades los segundos.
Búsqueda personalizada
Acerca de mí
Cuéntame que te cuento
Otros que hacen ruido
- 7Duendes
- Archivo Bolaño
- Caricaturas del Vico
- Cinéfilia y literatura ignorante en tecnocolor 35mm
- Colectivo faunaurbana
- Creando lluvia
- Descontexto
- Desnuda la piel
- Destinatarios
- Disonancias definitivas
- Divinos pecaditos
- El blog de Metrópolis Libros
- El primo crápula de Kafka
- Entre las flores y la mierda
- Era-ser,... haikus
- Hojas de cuentos
- Insulina Mosh
- Isla de letras
- La pasión inútil
- La rayuela cosmicómica
- La vida en prosa
- La visión eterna
- Lecturalia
- Lecturas errantes
- Libros juveniles
- Libélula interior
- Libélula libros
- Melibro
- Mi hi5
- Mil caballitos persas
- Noemí Guzik Glantz
- Sinsinuante
- Todos somos contingentes
- Ínfimos urbanos
Archivo del Blog
-
►
2011
(13)
- ► septiembre (2)
-
►
2009
(12)
- ► septiembre (3)
-
►
2006
(32)
- ► septiembre (2)
-
►
2005
(177)
- ► septiembre (3)
-
▼
2004
(59)
-
▼
noviembre
(27)
- La figura del amor
- Sobre la letra
- En el tren de madrugada
- Animación
- Inefable
- Recesos
- Inmortalidad sutil
- Banca de concreto
- No quiero que me entiendas
- ¿A qué te niegas, mujer?
- Lo único que salva a un dios, es su estatura.
- Tan breve
- Polifonía expresa
- Desplumadas
- Plañidera
- Horóscopo para una amiga
- Paso índigo
- Tatuaje
- El equilibrio de Superman
- La continuidad de la sangre sobre la tierra
- KKK
- Tus mañanas
- Fernando Vilchis
- En busca de un blog
- La duda
- En el fondo también arde
- Y la que quede
-
▼
noviembre
(27)
Blogs recomendados
No hay comentarios.:
Publicar un comentario