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20 enero 2006

Ciudad para callar

El trazo es gris.
La sombra, el inútil trayecto.
Desdoblo las esquinas de la calle.
Tengo puestos en la acera
los pies entumecidos,
un manojo de tiempo que arde
en los bolsillos
y esa taciturna manera
de estar vivo.

4 comentarios:

Die Walküre dijo...

A veces la cuidad y nuestros pasos parecen silenciosos,obsesivos...lo increible es la diferencia de cada uno,la imagen que se traza al andar, las figuras que se forman con nuestro reflejo y sombra...la vía de la cual se toma el aire para continuar...
Extraña manera,sí, pero vida al fin...
Auf Wiedersehen!

Anónimo dijo...

En la oscuridad me pierdo,
en la soledad me encuentro,
es un camino muy difuso con suspiros del ayer,
el pasado nos persigue,
comenzar un nuevo rumbo,
con simientos del olvido ,
del camino borrascozo ya no siento ni el suspiro.

Anónimo dijo...

Te encontré, el instante en que mis ojos se posaron en tu divina silueta, fuerte casta de trovador incansable,
Supe que había errado el camino,
El tiempo no lo elijo,
El destino no es creado,
Solo se que vivo el hoy,
El momento,
Cada momento es contigo.

Dedicado para dos amigos, ustedes saben quienes son.

Román Ahuí dijo...

Die Walkure: El mundo, cómo gira el mundo... y la vida, este hilacho más.

Saludos.

Diambulante solitaria: Tenemos un disfraz opulento, cierta manera de hablar, un traje de palabras hecho, un reloj sin tictac.