Siempre alerta.
Un ojo al camino,
otro a la derecha.
Vigilia larga.
Pensamientos turbios.
Desencadenado el pie
el tobillo sangra.
Nadie me ve.
Mis respiros
no se oyen de noche.
Atrás del cerro,
antes del alba,
la libertad
aguarda.
Vuélvete hora de minutos que plaguen de intensidades los segundos.
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