Con el ajetreo del éxtasis
las sábanas
fingieron angustia.
El grito fue todo lo que sucedía.
Fuimos perdiendo el nombre,
la obstinación,
la conciencia.
Del ayer
escurrieron lágrimas deshabitadas.
Con el ajetreo del éxtasis
las sábanas
fingieron angustia.
El grito fue todo lo que sucedía.
Fuimos perdiendo el nombre,
la obstinación,
la conciencia.
Del ayer
escurrieron lágrimas deshabitadas.
Vuélvete hora de minutos que plaguen de intensidades los segundos.
3 comentarios:
EXTRAORDINARIO
GRACIAS POR DARLO Y HACERMELO SENTIR, JODER
me tocó.
con pocas palabras toda una situación
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