En el cuarto oscuro
no ha habitado
el mediodía.
Las palabras en sortilegio
de la memoria
empujan una mano laxa
pendiente
como cortina
y parados
en torno a la cama
sueños se inclinan
e inventan madrugadas.
Distintas todas ellas,
tomadas con desvelo.
Sólo la vela vive
aliviada por el fuego
por una razón
inescrutable.
2 comentarios:
Hola... Me gustò mucho este post... Saludos...
Gracias, por ahí luego te ando visitando, a pesar de mi escaso inglés. Te dejo también saludos cuando llegues a volver.
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