Sí

Deja que dormite el agua coagulada.

El horizonte

Hundido en la claridad de los rostros conocidos, el horizonte me acapara.

Reflejo pantera

Al otro lado del espejo se gesta el tiempo, con la suavidad con que camina una pantera.

Pleonasmo

Hablaré de putas y manjares. Sería pleonasmo, lo bifurco para simular una barrera, en algún instante verás que de algo te has estado perdiendo. 

Postales

Sus pequeñas manos,

apenas deslizables,

y su tobillo terso

y desafiante de la altura.

Sus labios suavecitos

proverbiales

rojos de otoño nunca

de labiales.

Y esas nalgas

perplejas

presumidas

que tarde a tarde

fueron las ventanas

del héroe

de la máscara de fuego.

Hoy son postales

guardadas

en cajas de zapatos.

Vengo

Vengo
porque voy.
Y cuando
me detengo
es porque
reposo
el movimiento.

Individualidad

La diversidad
nos hace inalienables
(en su significado de individualidad).

Somos el caos
encaminándonos
rotundamente
hacia la dicha.

Dios nos libre

Recorrer tu rostro es abstraerse. La pura esencia del encanto alcanza para escribir unas letras como éstas y después vaciarse: el vértigo amoroso, repentino. Dios nos libre de tus besos. Quién soportaría tanta beldad y tanto tino. 

Canto

Los pájaros se comunican la lluvia. 
Yo también canto.

Deseo

Peace and love (and sex)
para los más carnales,
como yo, 
aroma viril 
entre la oscuridad de un beso.

Los encuentros

El viaje solitario propone los encuentros. La conciencia tiene sus delirios, también huellas y apetitos. Los modales de rasgos elegantes desobedecen a las voces interiores. Hemos sido mordidos y engañados. Y este sueño apenas resplandece en la memoria. Paciencia vive el fuego, mientras la lluvia osa detenerlo. 

Whisky

Whisky,

unos chocolates,

una sinfonía,

el anochecer:

el amor sin un solo beso,

apenas tocándose.

Quien tenga alas que levante

Arrodillado el tiempo 

ha quedado en la banqueta,

quien tenga alas que levante.

No asumimos limitarnos a la sobra.

El espeso temporal sobre las testas

en prenda del dolor despavorido

evidencia silencioso nuestro nombre.

Sabor

El sabor del alma
no es la agonía.

Las sendas de colores

Se mira los dientes en el cristal oscuro que a pesar de todo la refleja nítida y se los mira porque Renato también se detuvo a verlos hace rato. Ni siquiera se saben sus nombres, pero uno a otro se han hecho acompañar recorriendo largas banquetas, de esas donde el borde es amarillo. La galería es pequeña y amistosa, entran para evitar las gotas insolentes sobre sus cabezas. El primer hombre al que ven, hace el amor sobre el lienzo cada vez que el pincel pinta. Pone manchas calculadas, avista en su memoria colectiva la invención de un nuevo trazo. Sofía observa un cuadro y responde: “voy a estudiar cinematografía”. Renato es invitado a la bacanal de colores y con mano palpitante esboza un círculo desacertado. Hay que huir ahora del encierro y corren para perseguir las líneas amarillas que ha dibujado un pintor mucho más alto, mientras la lluvia deslava sus raduos miedos.

Bicentenario mexicano

Sólo tenemos el presente para levantar el polvo del camino. La historia nos la han contado profetas mirando al pasado. El mañana es la leve luz y el silencio de los soberbios tras sus máscaras.

365 ventanas al inframundo

Los invito al nuevo blog 365 ventanas al inframundo

en donde participo los días miércoles,

como parte de un taller de creación literaria.

La íntima alabanza

Escribir es la íntima alabanza que nos traza y luego nos sustenta. La creación... sus puentes y sus días y sus signos. Mi escritura, un tambor que convoca todo lo perdido para que los animales dolientes beban, anónimos, las patrias líquidas.

Por el sol

Vírgenes no solicitadas dicen sí
apenas descubiertas por el sol.

Alegría

Con las variaciones de la herrumbre
están locas las calderas.

A lo que recurriría

A lo que recurriría para resolver
todas mis dudas
es a mirarte a los ojos
cerca
muy cerca
cerquita.

Del beso

Oceánica palabra
permanece
después del beso.

Flor e cimiento

La vida entera retrocede
bajo nuestros ojos,
es un misterio:
vimos florecer allí sólo el fuego.

Al interior de la victoria

Los Arma Lobo no sólo perdieron la guerra al salir huyendo, ellos mismos volcaron su honor y la desesperación los llevó al exilio. Ahora dicen pertenecer a los Lycans Sanginarios comandados por un tal ASIGOS, el cual ya se ostentaba desde antes como aliado y ya había sido golpeado por la Legión de los Poetas Místicos: Versux y sus hijas.

Colobo, solo, abandonado en una estrategia fallida, prende fuego a su pipa, una cara pieza hecha con hueso de mamut bebé.1 Deja caer la cerilla al suelo. Cuando lo toca, el húmedo piso que olía a gasolina, se ilumina con los colores del fuego. El interior del castillo comienza a arder y lo consume todo; las llamas voraces, corren con urgencia al lado de la muerte.

Colobo, abandona a pasos tardos y torpes el castillo pero se lleva los recuerdos. Su inseparable perro lo escolta, babeando su tristeza, camina sobre los pasos del amo. Su brillante arma, un Destripador de Vampiros luce su belleza a la luz de la luna, la lleva en la espalda --sin los seguros puestos-- como esperando un ataque.

Tres vampiras ríen a carcajadas, plácidamente acomodadas en la majestuosa sala de la fortaleza de piedra sideral. "Qué excitante fue ver cómo recogían sus dientes", dice Karlesse, la Musa de los Universos Detenidos. Y se estira para coger de la mesa la lima para colmillos que usa inmediatamente en su boca.

Sabbats, la Bruja que mira al Sudeste, alcanza a reproducir un sonidito entre tierno y quejumbroso que trata de imitar los ruegos de ese lobezno conocido como Krakend. "Para la otra con un hechizo le desaparezco el brazo izquierdo, los dos huevos y le hago un nudo a su alma en el centro."2

Para NiGhTlADYe, la Virgen del Martillo,3 la vida no debe ser tan sutil y mucho menos romántica. Se peina la cabellera color uva de invierno y les recuerda a las demás: "Pues en ese nuevo clan hay 21 criaturitas, vamos a dejarles los rostros como de pizza, para luego empalarlos y de paso vendemos sus pielecillas como alfombras de baño o chalequitos de burdel".

Entra Shojansen, anfitrión del castillo, a la sala y alcanza a escuchar. En la mano alza una copa, en los labios deja ver el vestigio inigualable del sabor de la sangre, cosecha nocturna 1702 ,4 que esparcía sobre el aire un olor a frutillas maduras, ciruelas y un dejo de vainilla. "Adorables bestias del engaño, damas mías, sólo vengo a agradecerles su estancia y su fiereza en el clan [d.r.k] Aurelius en esta primera verdadera guerra y a ofrecerles quedarse el tiempo que quieran".

Karlesse, en un movimiento de sombras ilusorias lanza la lima de colmillos y rompe la copa que sostenía Shojansen. La sangre rubí profundo pero brillante escurre por la mano del vampiro. Ellas se arremolinan y lamen el suelo, enloquecidas.

Versux, Supremo Corazón de Lava, observa. Apenas iluminado por las antorchas, pende en el techo.

1.- Las pipas de mamut bebé tiene la propiedad de contener todo aquello que uno desee estar fumando, sin que en realidad esté allí, es sólo cuestión de pensarlo. Su costo es muy elevado. Sólo existen 73 piezas en todo el mundo.

2.- El anudar el alma por el centro representa dos tipos de problemas, seguido uno de otro: en el cuerpo físico produce inapetencia, por lo que el lobo muere de inanición. Pero eso de morir es un decir, porque al estar el alma con un nudo, no puede salir del cuerpo y esto produce un ardor en los órganos internos permanente. La solución a este hechizo --si solución se le pudiera llamar-- es que la víctima debe ser fragmentada en partes que pesen medio gramo. De esta manera el alma puede abandonar el cuerpo. La cremación no sirve, porque el cuerpo arde eternamente sin el ánima poder salir.

3.- Este sobrenombre le viene porque cuando era puberta un lobo la quiso violar. Y fue la primera vez que demostró su fiereza, hasta antes escondida entre dulces sonrisas y caritas como de caramelito. Con un martillo que su padre Versux le había regalado para abrir ostras (conchas de madreperla), repartío ostías y le reventó el firme soldado que traía entre las piernas ese peludo calentón. Y por supuesto siguió siendo virgen hasta hoy día, unos cuántos siglos después.

4.- Sólo a los vampiros de linaje profético les produce un gran placer esta cosecha. Y tome lo que se tome, no provoca resaca.

Este relato es relacionado con.... el Monstersgame un juego al que me he aficionado.
Y en el cual me hago llamar Versux.

Conjuro tus sueños hondos

Tu instinto respira.
Oculta,
despierta la dulce sangre.

Tus preguntas
--única montura posible--
son el estampido,
un dolor espeso,
comprendido.

El brote.
La materia ajena.
Añadiremos la cuenta regresiva.
Podría haber sido verde,
azul o amarilla.

Su futuro se reinventa.

Hembra tremenda
que gotea.

La postura del viento
igual que a todas
le enreda los cabellos.

Conjuro tus sueños hondos
mientras entierras tus muñecas.

No me engañas

Te observo gratuitamente,
nada me cuestas.
Tú te levantas y me besas
esperando ver mis ojos de cerca.
Después corres a la cama
y tu mano juega,
a propósito de la bondad,
a asistir --sobre su serena imagen--
al vértigo del gozo,
al arrebato del cansancio.

No me engañas.
Creo que estás donde estás.
Y no puedo dejar de amarte
y de recolectar con mis sentidos
tus gestos, pero más tus apetitos.

Lascivo caigo, caigo,
caigo sobre tus ilusiones.
Porque tú,
estás desarmada y ausente.
Desnuda en el campo
domesticando a los patos
errante
con un andar de animal mecánico
cubriéndote de dudas
esas que jamás has pronunciado.

Carpe diem

Me gusta mucho esa parte de mi vida
donde, después de haber tomado un baño,
salgo
y hay té caliente esperándome,
apenas iluminado
bebido al paso
provocando el instinto
usurpador del beso.

Ciega la esperanza

A Arely
después de soñarla

y no saberla.

Tengo esta voz de fierros

para saludarte por la calle.

Es fácil responder.

Pero hoy te ha llevado
la luz verde del semáforo.

Palpo ciega la esperanza.

Fue el viento el que te trajo
y entre la multitud te vas perdiendo.
Me estoy yendo contigo.
No culpo tu silencio.

Fuerza incontenible

Un secreto deshabitado
desentraña la distancia
entre el que sueña
y el que recuerda.

El corazón palpita
su fuerza incontenible,
densa, murmullosa.
El tiempo es su rebaño.

La muerte súbita

La pequeña Eva
sobre el cuerpo de barro humano
lame los átomos.
Qué sutiles hábitos:
rondar con los labios el vaso
y apretar la nicotina.

Las cartas cuelgan
pero aquí se quedan.

El sol afuera
derrite helados
dedos, manos.

La muerte súbita
no es permitida.

Mis nuevos blogs

Destinatarios

Música e imágenes que llegan

Libélula interior

Los ojos más antiguos del mundo hoy observan desde muy dentro

Con los labios en la arena

Ábrete cadáver
al sueño
de los gusanos adormecidos.


La luz fue con tus ojos la siesta
cuando el mar ya se había ido.